18 de noviembre de 2010

Blanquita....

"¡Hola chicas y chicos!
¿Cómo va todo por el refugio? Espero que bastante bien.
Soy Blanquita, bueno, ahora me llamo Nuca, creo que por unos dibujos de los 80 o no sé, los conocéis? Ya me he acostumbrado y me gusta!

Vivo en una casa en el pueblo de Manuel con una familia que me quiere mucho y me cuida estupendamente.
Me estoy adaptando bastante bien aunque los primeros días me sentía desubicada, no conocía el lugar y os buscaba por la calle cuando salía a pasear. Ahora ya conozco a toda la familia y sé que ya formo parte de ella. Me lo paso muy bien cuando vienen los niños a comer a casa. Juegan mucho conmigo y les encanta acariciarme. Yo soy muy respetuosa y no me pongo de pie encima de ellos para no hacerles caer porque son pequeños, aunque debo admitir que a veces les robo la comida de entre sus manos. Si es que soy una glotona! Pero me enseñan a saber controlar esa ansia a la hora de comer y a no coger nada si antes no se me da permiso de ello. Y lo estoy haciendo bastante bien!
Ahora me están enseñando a hacer mis necesidades fuera de casa. Me está costando un poco pero creo que lo conseguiré ya que cuando lo hago fuera de casa entiendo que lo he hecho bien porque me dan caricias y “chucherías”, pero cuando lo hago dentro, me llevo unos sustos con los ruidos que hacen cuando me pillan en plena faena… Supongo que será para que comprenda que eso no se hace en casa.
Vivo con otra perrita de unos 5 años. Se llama Wanda. Al principio no le caía muy bien. Yo la provocaba para que jugara conmigo pero ella se enfadaba porque se sentía un poco celosa. Ahora nos vamos haciendo amigas poco a poco. Por las mañanas nos vamos a tomar el solecito a la terraza y allí charlamos un ratito. El otro día me contó su historia: al nacer la abandonaron en medio de unos cañizos dentro de una bolsa. Justo una media hora después más o menos Casandra pasó por allí y al oírla se acercó para ver lo que era. Sin pensarlo se la llevó y se convirtió en la pequeñaja de la casa y ahora lo soy yo también! las pequeñajas! Nos llaman “ninetes” a las dos! Por la noche dormimos juntas en nuestras cunitas.
El jueves pasado me operaron en la clínica El Cadell. Laura me trató muy bien todo el tiempo que estuve allí. Por la tarde vinieron a recogerme y volvimos a casa para recuperarme. Los primeros días estaban todos muy preocupados porque me veían muy triste y sin apetito. Era porque me dolía y me tiraban los puntos de la herida. Me curan todos los días y me dan el antibiótico y ahora ya vuelvo a ser otra vez yo, con las mismas ganas de jugar y mordisquear mis nuevos peluches, de salir y de correr.
En cuanto me recupere del todo me van a llevar a conocer la playa, junto con mi nueva compi y Bart, un perro gandiense al que le falta un ojo por un glaucoma. La playa? Y eso que es, me pregunto yo. Según Wanda es un lugar donde poder hacer hoyos inmensos y mojarse con el agua, que además está salada! Que divertido!
Ahora no os puedo mandar ninguna foto, pero en cuanto llegue a casa o mañana por la mañana os las mando. Ya veréis que guapas salimos! Si es que hasta soy fotogénica!
Bueno, me despido con un besazo enorme para todos y todas, y muchísimos recuerdos y muchísima suerte para todos mis compis y en especial para Daisy, que seguro que con la ayuda de Magda y de todo el gran equipo consigue al fin confiar en las personas y encontrar su hogar. Animo a todos!”
Nuca, antes Blanquita.


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