Hola soy Shana, ¿os acordáis de mí? Lo primero que quiero es dar las gracias a todos los socios, los colaboradores y los voluntarios de la SPAX por estar ahí, por haberme salvado de un abandono cruel, por haberme acogido en vuestro refugio y haberme dado la oportunidad de poder conocer a una nueva familia que me quiere de verdad y que se que nunca me abandonará.
Todavía me acuerdo este verano el día que llegué al refugio, yo iba sentada en el coche muy contenta “pensaba que nos íbamos a pasear”, hasta que llegamos a la puerta del refugio y me dijeron que me iban a dejar allí, yo no quería bajar, tenía mucho miedo, quería volver a casa pero no me dejaron, me bajaron y ni tan siquiera se despidieron de mi. Recuerdo que las dos primeras semanas lo pase fatal, no quería salir de mi caseta, tenía miedo a todo lo que se movía, los ruidos, los perros y a los voluntarios, aunque se portaron muy bien conmigo todo el tiempo que estuve en el refugio, pero yo no entendía que hacía allí.
Al poco tiempo de estar en el refugio vinieron a verme mis padrinos, me acuerdo el primer día que les vi, tenía mucho miedo de salir porque no les conocía, vinieron a verme durante varias semanas, paseábamos juntos, me daban latitas de carne y me decían que pronto me iría a vivir con ellos, yo poco a poco les iba cogiendo confianza y cariño, hasta que llegó el día de marcharme a mi nuevo hogar.
Los primeros días los pasé un poco desorientada, todo era nuevo para mí, corría de arriba abajo por toda la casa, cuando alguien entraba en el patio para verme yo me escondía y me tenían que sacar a brazos porque no salía… pero en unos días ya estaba perfectamente adaptada a mi nueva vida, ya no me escondía cada vez que venían a buscarme, ya empezaba a coger confianza y ya conocía a toda la familia, bueno a casi toda porque me faltaba conocer a Darko , el pastor alemán que ahora es mi mejor amigo, el primer día que le conocí le tenía miedo porque es muy grande pero enseguida me di cuenta de que era un bonachón y que nos íbamos a llevar muy bien, el me contó que tenía diez años y que también lo recogieron de una protectora cuando apenas tenía tres meses, ahora vivimos los dos en el chalet y lo pasamos genial juntos, nos encanta perseguirnos entre los árboles, jugar con el balón, dormir la siesta al sol y por las tardes cuando los papis vienen de trabajar nos vamos a dar un paseo todos juntos y después entramos en nuestra cochera donde tenemos nuestras mantitas para dormir calentitos.
Bueno , chicas y chicos os mando un saludo para todos mis compañeros del refugio y desearles que algún día todo encuentren su verdadero hogar.
Un millón de gracias a todos vosotros/as y a la SPAX , sois gente con un corazón maravilloso y hacéis una labor extraordinaria por todos nosotros.
Shana.
Diciembre 2010
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