La voz de su recuerdo
“No recuerdo bien mi primer año, me maltrataron y abandonaron en La Llosa. Encontré perros para jugar, de noche me quedaba sola, volvían con los humanos, no entendía por qué, (son malos), uno me abandonó, me refugiaba por ahí, pasaba frío. Conocí a Kika, jugábamos, su amigo intentó acercárseme y salí huyendo, (me quiere pegar), tenia terror a los humanos, seguí jugando con ella, me dejó comida, comí con ansia. A veces humanos con correas intentaban acorralarme, nunca me pillaron, eran de la perrera, venían más humanos, no me dejaba tocar, dejaban comida. Pasaban los meses, despertaba, esperaba a Kika, jugaba, comía, volvía al refugio, un día Kika se cansó de jugar, fue con su amigo, la acariciaba, parecía disfrutar, me acerqué, no me hizo caso, dejó comida, mientras comía, me acarició, me gustó ¿los humanos también saben dar cariño? Fui hasta su casa, me invitaron pero desconfié, desde entonces esperaba allí. Estaba en celo, venían perros, el amigo de Kika los espantaba, intentó cogerme, me asusté, me explicó que era para no quedarme preñada.
Seguía viéndolos, tuve hijos, venían Kika, Johnny y Nelly a dejarme comida, ahora me dejaba tocar por el amigo de Kika, un coche me dejó cojita, me recuperé. Me pusieron "ASKE" tiene que ver con libertad, me gustaba, no recordaba mi primer nombre. Volví a quedarme embarazada, no tenía ganas de jugar, conocí a la familia de Kika, empecé a entrar en casa, estaba bien, pensé quedarme unos días, se portaban bien y me instalé, tenía comida, cariño, costó un año que viviera con ellos, me querían, me paseaban todos, estaba a gusto, descubrí que no todos querían hacerme daño, veía de otra forma a los humanos. Tuve hijos, se quedaron uno, Pepe, me alegré de tener FAMILIA, comida, cariño y mantas, cuando paseábamos me costaba volver, pero siempre volvía a Mi CASA. Un día salimos detrás de un gato, atropellaron a Kika, al ver su dolor, llamamos al veterinario, este se excusó, no nos atendió, por casualidad fuimos al "El Cadell", nos atendieron enseguida, se había roto la cadera y rasgado la vejiga, estaba mal, le reconstruyeron la vejiga para que el pipi no se le quedara dentro y se envenenara, gracias al "El Cadell" lograron que viviera, sufrí, no jugábamos, poco a poco caminó, estábamos felices.
Un día tiraba sangre por la nariz, en la clínica me atendieron, mi amigo dice que son muy buenos, tuvimos suerte de encontrarlos, que curaran a Kika. Tengo leishmaniosis, tengo tratamiento para ponerme bien, llevo 23 días, los primeros lo pasé mal, estoy mejor, no tengo la nariz cuarteada, se me curó la heridita y desapareció la cojera, estamos felices, el destino aun me depara una sorpresa desagradable, me encuentro mal, tiemblo más de lo debido, mi amigo cree que es porque soy miedosa, no es así, me caía la baba, este viernes me dio más fuerte, se asustó, me llevó al veterinario, tengo moquillo, me han puesto inyecciones, quieren que me ponga bien, el se siente culpable, cuando me llevó al antiguo veterinario dijo que no hacía falta vacunarme y él le hizo caso, se que si hubiéramos conocido antes al equipo de "El Cadell" esto no hubiera pasado, pero mi sino era sufrir, me puse fatal, me daban espasmos, quería irme de CASA, no quería que me vieran sufrir ni yo a ellos, sufría mucho así que mi amigo decidió darme descanso, se que ha sufrido mucho, quería que tuviera al menos una muerte digna, no sabe si debía haber esperado, pero siempre decía que si había una perra a la que no quería ver sufrir era a mí, era la más buena que había conocido, yo siempre me porté muy bien, nunca sabremos si debía haber esperado ,aunque había alguna esperanza, era mínima. Desde una estrella he visto llorar a mi familia, me querían muchísimo, mi amada Kika, mi hijo Pepe y mi amigo me enterraron con sus otros perros en unos olivos en la montaña, vi que sus lagrimas caían sobre mí, Kika y Pepe intentaban sacarme, se negaban, no dejaban que me enterrara, también han sufrido mucho, me voy contenta porque año y medio he tenido FAMILIA, mi vida ha sido muy sufrida, hay humanos que no imaginan el daño que sufrimos los maltratados o abandonados, lo que cuesta recuperarse psicológicamente , dicen que no somos racionales pero sufrimos, tenemos sentimientos, nacemos con la capacidad de amar, somos fieles y entregamos toda nuestra vida a lo humanos, desde mi estrella animo a que no compren perros, que acojan de la protectora, de la calle… hay muchos perros dispuestos a dar amor infinito al humano que les dé un poco de cariño, MI FAMILIA me decía era la perra mas buena que habían tenido, quieren también mucho a Kika y Pepe, aunque ellos son mas revoltosos, seguramente porque siempre han tenido familia, los abandonados solemos portarnos muy bien con nuestras familias de acogida, así que si esta carta sirve solo para que alguien acoja un perro estaré FELIZ.
Aske
Aske
22/1/2011 En su memoria.
Salva.
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