21 de enero de 2011

Tus cinco minutos, María

Hola a todos y todas los de la protectora de Xàtiva, en primer lugar agradeceros la labor que realizáis.
Un día que  estaba en el veterinario me encontré a dos mujeres que colaboraban en la protectora , no recuerdo el nombre , una me dijo si quería contar mi historia para publicarla en vuestra web no encontraba esos cinco minutos nunca, pero ayer me encontré una galguita como la mía en la calle cruzándose cada dos por tres y después de darle muchas vueltas de preguntar en  el  “Cadell” si conocían a alguien que se pudieran hacerse cargo, al final llamé a la Policía y me dijeron que ellos se harían responsables, no sé si he hecho lo que debería la verdad es que lo paso muy mal y no puedo ayudar con mi presencia porque al final me pongo malísima , lo he intentado varias veces y no soy lo suficiente fuerte, hoy me siento como una mierda y he pasado una noche fatal, por eso me flipa la gente como vosotros, solo puedo ayudar económicamente sin ver nada y no sé si contando mi historia puedo ayudar algo bueno mi historia es la siguiente:
               Siempre me han gustado los animales pero mis padres nunca me dejaban tener un perro, porque decían que no me haría responsable por la edad, me decían que cuando tuviera mi casa que tuviera los que quisiera, bueno pues así fue, empecé por un gatito recogido con un mes de un criadero abandonado, lo llevé al veterinario en condiciones fatales no sabíamos si iba a sobrevivir y al final tiró hacia delante.
                Después de seis años vino  Thali, mi marido dijo que era el momento ideal para coger un perro, mi padre enfermó y sólo me dedicaba a cuidarlo y a continuar como podía con mis estudios, no salía de casa para nada, entonces pensamos que era la única válvula  de escape que podía tener para salir de todo aquello que era tan duro, con  Thali pasamos muchas dificultades,  era una galguita de tres añitos con un montón de miedos, no hacía  caso de nada, parecía que no nos quería, se intentaba escapar siempre que podía…… todo eso nos lo dijeron en la asociación de donde la cogimos pero pensamos que alguien le tenía que dar una oportunidad.
                Después de hacer un par de cursos de educación canina, siempre en positivo, de entender un poco más a los perros, Thali empezó a cambiar poco a poco, pero todavía no sentíamos que nos quisiera como sus papas, hasta que finalmente después de un año y una larga batalla mi padre falleció y lo pasé francamente muy mal, estaba muy unida a él. Entonces lThali me rescató ,  pasaba los días pegada a la cama donde me tiraba llorando días enteros, nada más oír que lloraba venia a mi lado y simplemente estaba a mi lado, para mí fue mi mejor terapia y amiga, sin ella pienso que no lo hubiese podido superar, es muy importante para la familia, mi marido que pensaba que no le gustaban los perros ahora la quiere en locura y ahora ¡somos una familia de cuatro miembros!
Otra de las cuestiones por la que no podía contar la historia era porque no era capaz ni de recordar todo aquello, ahora gracias a Thali, Neri y mi maridito ¡ya empiezo a sonreír!

Gracias por vuestro tiempo y  si simplemente hay una persona en el mundo que le pueda ayudar mi historia, ¡habrá  valido la pena estos cinco minutos!
Un beso.
María 
Enero 2011


María... tus cinco minutos han servido. Estaba en la "Perrera" municipal. 
 Ahora, necesitamos otros cinco minutos.

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