Mastina |
Tuve un sueño Argento, me caía de las nubes y casi rozando el horizonte encontraba a mis antiguos dueños.
Argento |
Vi aquella cachorra tan juguetona cómo crecía, me veía junto a ellos, era yo. Cuando me perdí y me encontraron en la perrera municipal, no quisieron pagar los 50 euros que costaba la entrega. Me hubieran dejado allí. Para siempre. Hoy no sería nada.
Aquellas voluntarias me rescataron al ser avisadas del inminente sacrificio y me trajeron al albergue. No me siento bien Argento, a ti ya te flaquean las patas y tu corazón ya se resiente con este invierno.
Yo, doy una y mil vueltas, perdida en el patio, triste, muy triste. Tengo como una profunda pena. Una inevitable sensación de vacío. Busco las caricias, busco el contacto humano, pido con la mirada que alguien me lleve a su casa, busco y a veces creo que es que soy demasiado grande, ocupo mucho espacio y quizás por eso, sea más difícil.
En mi lento camino me parezco a ti y en mi lento pesar casi ya me reconozco en tu largo tiempo Argento.
Ya estás muy mayor, llevas casi toda tu vida en el Refugio, me lo dijeron… yo aún no he cumplido los tres años y esto es una condena. Añoro tanto mi casa…, pero sé que no va a poder ser. Mi vida costaba 50 euros, no puedo saber qué es eso pero imagino que sería un abismo entre el cariño y el despilfarro, no les debí merecer la pena.
Aquí, me llevo bien con todos pero no me encuentro a gusto, no es mi sitio, no es mi lugar. Tú quizás, cuando la barca te recoja, te vayas , viejo Argento con aquél hogar que fue aquella casita de plástico o aquella intemperie en la que por tu cabezonería te quedabas o quizás es que no te dejaban cobijarte .
Yo, en el patio, una hilada de casitas pequeñas elijo la que me dejan y paso los días y las noches, paso mi primer invierno y sueño, si es posible.
Tuve un sueño, era un hermoso sueño. Un precioso sueño Argento.
Las nubes me llevaban a un campo donde la vida retrocedía y mi pasado volvía como si nada hubiera pasado. Alguien me despertó y me alertó.
Me prometió que me buscaría otro lugar y me aseguró que ese, sí que no sería un sueño. Ese sería un lugar real, con personas reales. Tuve un sueño Argento…
Teka, enhorabuena. Tu gente encantadora. Tu futuro impecable.
Alguien nos repite continuamente que todo es posible. Que todo llegará.
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