Papa… “De mayor quiero ser veterinaria”.
Se llama Laura y tiene 11 años. Su mirada es serena y tranquila. No falla casi ningún sábado. Su padre Joaquín la trae junto a su otro hijo Guillém. Buscan a Balto y a Kiyo o a Ricitos, a Siro o a Bruno y desaparecen, se pierden por los caminos paseando todo el tiempo que haga falta. El discurrir del tiempo es todo lo anónimo que se quiera ser pero a veces, tanta discreción trasciende y se merece unas pocas y palabras desde el silencio de una observación, quizás de admiración por su constancia. Por el cariño con el que miran y por la suerte tan tremenda que tienen.
Laura es tenaz y constante. Abraza sus sueños como una tremenda pasión vital y consigue lo que se propone y lo que le proponen sus papas. Estamos más que orgullosos de sus visitas y de sus discretos paseos, de sus miradas y de sus grandes logros escolares.
La pequeña Laura sabe lo que quiere. Cuando le preguntas calla pero eso no quiere decir que no te responda, sólo les mira, les acaricia, les alberga en su joven corazón y nos encantaría saber qué piensa pero la respetamos. De mayor quiere veterinaria...seguro que lo conseguirá.
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